viernes, 25 de diciembre de 2009

Jo jo jo... ppuaajjjjjjj

No por mi condición judaica, ya que nada me alegra más que las pascuas y el arbolito navideño, pero hay algo de la Navidad que me rompe las pelotas.
En realidad, no solo es la navidad, también es año nuevo. No es un ataque de misantropía ni nada por el estilo. Simplemente, me di cuenta que prefiero mucho más el 26 de diciembre y el 2 de enero.
A ver, primero fue con el día del amigo donde dí mi opinión. Ahora retomo el tema y con mas insistencia que nunca. La verdad es que la noche de navidad y año nuevo son una mierda.
Una vez más nos encontramos en una situación donde todo colapsa. Cuando hay desborde, no hay equilibrio, y cuando no hay equilibrio, es una cagada.
Si estas en el hemisferio sur te cagas de calor. Están todos pendientes de que el aire acondicionado (si es que hay) enfríe lo suficiente el living donde están los 28 primos, 6 tías y tíos, 8 nietos rompiendo las pelotas. Todos quieren mandarle mensajito de feliz navidad a sus 234 contactos del celular, con lo cuál las lineas colapsan. Lo peor es que colapsan con un mensaje que es el mismo que todos mandan. Después, no nos olvidemos que no prácticamente no hay servicios públicos, no hay taxis y ni hablar de subtes. Entonces, si es complicado transportarse, ni hablar de donde ir de joda. Los boliches, bares (los que abren), todos están atestados de personas, y como rige la ley de la oferta y la demanda, siempre estas noches el precio sube.
Si estas en el hemisferio norte te cagas de frio. Tapado de pies a cabeza, tener que deambular por la calle puede ser un suplicio.
No se si es por culpa de Coca-Cola y su marketing, pero hay algo navidad y de año nuevo, que implican que son noches que deberían ser "increíbles". Ambas padecen de estar sobrecargadas de la necesidad de ser espectaculares, irrepetibles y recordables para toda la vida.
La realidad es que, creo yo al menos, muchas veces distan de serlo.
Ni hablar del día siguiente. El 1ero de enero, o el 25 de diciembre.
Hoy miraba la ciudad a través de la ventana y no podía dejar de pensar en todas esas personas que en este momento se encuentran agonizando en la cama. Estas son las únicas verdaderas dos fechas donde nadie -o casi nadie- trabaja (aparte del 1ero de mayo). El hecho de mirar la ciudad te hace darte cuenta de que hay un 85% de los vecinos de Buenos Aires (como le gusta decir a Mauricio) que se han levantado de una noche de excesos. Excesos de comida, alcohol, calor y vaya a saber uno que más. No se como no se rompen las cañerías de toda la ciudad hoy. Como soportan esos lechones, vittel tone y litros de sidra que expulsamos de nuestro organismo. Definitivamente, tal como en estos días el consumo sube en valores significativos, yo creo que la contaminación del Rio de la Plata, hoy y el 1ero de enero, sube en la misma proporción.

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