Marx huele a Axe

Antes que nada, mientras me preparaba para escribir el nuevo post, estaba hablando con un amigo acerca de mis métodos de estudio. Claramente me sentí humillado al ver lo tan poco patriota que soy. Pringles y dos latitas de bebida energizante. Es la combinación menos peronista que pueda llegar a haber, agregado a que suelo estudiar por la noche, claramente su acusación de "darmela de estudiante yankee" nunca estuvo tan cierta, a lo que él añadió: "falta que haya dos minas en el cuarto de tu hermano y vos estudiando, dale anda ver american pie". Definitivamente, lejos del estandarte del universitario argentino. Puede que me equivoque, dado todos los años de influencia con cartoon network, warner, hbo , hollywood y venus, que el universitario argentino promedio se parezca más a mi, que a la idea del bizcochos don satur y el mate.

Me impactó el otro día, al ver la última publicidad de Axe acerca de su nueva linea de desodorantes MusicStar. (al final la podrán ver)
Claramente me pareció una publicidad muy de izquierda. Digamos, es la primera vez que una publicidad de Axe no deja lugar al auto reconocimiento para aquellos que pertenecen al ACB1.
El último slogan imposibilita cualquier tipo de doble interpretación por parte de los más pudientes.
Sin lugar a dudas es, el músico que representa a los que tienen guita, poder y fama, versus, aquel pobre infeliz en su cuartito que al aplicarse el desodorante le llueven tres super minones.
El músico rodeado de gatitos, ya no. Gracias Axe!! Lo que es del pueblo, para el pueblo.
Hay otro tema a rescatar acerca de la publicidad.
Visto en términos de la distribución de la riqueza: Se toma a las tres minas que están con el músico y se las depósita en manos de otro. Claramente no se está dividiendo la torta, si no que ésta cambia de dueño.
Creo yo que, una idea un poco más apegada a la distribución hubiese sido, sí en vez de que el pibe se quedara con las tres minas, una hubiese permanecido junto al músico, otra que haya ido hacia él y la tercera que pueda deambular felizmente por el mundo para llegar hasta donde ella quiera, y quien dice, con un poco de suerte, incluso terminara tocando mi puerta. No querrá que le convide unas pringles y un poco de energizante?