lunes, 17 de agosto de 2009

Fiebre de domingo por la noche

Mi secundaria privada me privó de fiestas con rolingas, faso, poco espacio y mucho regeton. La adolescencia en un colegio bilingüe te conduce a sábados nocturnos haciendo cola en boliches donde el requisito para ingresar es, o un besito al forzudo de la puerta, o tener mínimo un 96 de busto. Nunca pude poseer cualquiera de esas características.
Por eso, la noche de ayer tuvo un tinte especial. Alcohol para ahuyentar la timidez. Reunión en casa con gente querida. El auto que permaneció en el garage (con todo lo que eso significa). Una suma de factores que su orden no altera el producto.
Un lugar desconocido, un salón diminuto, mareas de personas que iban y venían, aromas ilegales y vasos, chicles y saliva que volaban por el aire. Una fiesta de gente "universitaria" que sentía nostalgia por las épocas pasadas. Querían revivir esas noches de alcohol de secundaria, donde no había preocupación alguna por el día siguiente. No era necesario el, no salgo en el fin de semana porque en 5 días tengo un parcial-final-entrega, nadie se preocupaba porque al día siguiente tenía que leer 300 páginas de Filosofía Contemporánea.

1 comentario:

  1. hola, soy Eva Row de la Cooperativa de Blogs. Estamos tratando de convocarlos, pero en el perfil no hay ninguna dirección de email. Por favor escribir a evarow@fibertel.com.ar

    ResponderEliminar