miércoles, 9 de septiembre de 2009

La hora óptima

Con mi amigo el cuervo asistimos a una gran fiesta. De esas que salen en las revistas el Ogro Fabbiani chupandole el culo a dos gatitos.
Una gran noche pero no vamos a entrar en detalles, no es importante al caso. Mi anécdota pasa por un estudio económico que propusimos ayer. Buscar el punto óptimo con respecto a la relación hora-encare.
Uno no puede caer al boliche temprano y empezar a chamuyar a las chicas a las 12 (sé que la gran mayoría no llega hasta las 3, pero no importa), denota demasiada desesperación.
Entonces hay que esperar un poco, que fluya el alcohol, que pasen los tragos. Variables endógenas que facilitan el problema.
Viajemos al otro extremo. Llega una hora en la cual ya tampoco es factible el encare. Definitivamente es una falta de respeto querer levantar una chica a ciertas horas de la noche. Uno desenmascara que ella es la última oportunidad de dar victoria a la noche. Ella no es boluda, y por eso en el 68.56% de los casos, rechaza al parlante.
Por ésto. hay que buscar el punto donde la recta es tangente a la curva. La hora precisa en la cual más predispuesto se está a la seducción. Tanto por quien la realiza como quien la recibe.

2 comentarios:

  1. Sos como Carrió, tirás el problema pero no la solución... 3:52

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  2. Claramente se lee entre líneas que tenés la solución y no la querés convidar. Angurriento, egoista, lacra social. No parás de ponerla porque dominás la hora, el minuto y el segundo de tangencia y segunda derivada negativa. Cavaste tu propia tumba. Entregalo o vas a correr, salame. Ultimatum: sábado a la noche

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