Te gusta soñar?
Hay que entender lo siguiente, hay varios tipos de sueños, pero lo más importante es que principalmente son dos grandes categorías.
Los que manejamos y los que no. Es decir.
En el primer caso somos monopolistas de lo que queremos pensar. Uno puede estar apretujado en el subte, sentado en un café, haciendo la cola del super, caminando por doquier o simplemente tirado en una reposera y dejar que su mente divague para cualquier dirección. En ese momento, uno siempre decide que temática imponerle a sus pensamientos. Es en este caso cuando uno puede fantasear con ser una estrella del fútbol, un actor galardonado o simplemente Hugh Heffner.
El segundo caso es un poco más complejo. Dejamos de monopolizar para pasar a un caso extraño de esclavitud. De ser el jefe y dueño de nuestros sueños a el empleado más insignificante de esta compañía.
Por qué digo esto? Simple. Porque cuando uno entra a dormir pierde todo el control. Y cómo no perderlo! Si nos tiramos despatarrados en la cama a merced de lo que sea.
El punto es el siguiente. Cuando entramos a soñar dormidos, cualquiera puede aparecerse a la fiesta. El patova que funciona cuando soñamos despiertos, a la hora de dormir se las toma y deja la puerta abierta del boliche.
Te puede tocar un sueño lindo, uno feo o uno simplemente bizarro.
Kevin Johansen canta: Que lindo que es soñar, soñar no cuesta nada.
Depende que tipo de sueño…
En algún momento de todo esto, puede haber pasado que la chica haya escapado, te haya vomitado encima o si estamos con suerte puedas seguir la conversación a otro lado.
Feliz año nuevo para todos.